No me siento feliz, mas podría decir que vacía estoy. Podría quejarme de todo en mi vida y siempre le echaría la culpa a alguien mas. Pero esta vez puedo decir que la del problema soy yo. No debí confiar tanto en quienes me lastimaron, por eso hoy sufro y no puedo volver el tiempo atrás. No debí escuchar a quienes me insultaron mil y una veces, y luego me saludaron con una gran sonrisa en sus rostros. No debí despreciar quienes realmente creen en mi, confían y me aprecian. Pero aprendí a con el paso del tiempo a no quemarme con el fuego.
No creí que llegaría el día que me despreciara a mi misma, desprendiéndome de todo en lo que un día creí. Hoy no tengo ganas de seguir, lastime a tantos equivocándome mucho, faltando respeto y apreciando a quienes mil veces me apuñalaron. No quiero estar así, no tengo ganas de vivir, pero tampoco las agallas para quitarme la vida. Bajo mi sonrisa escondo una historia, que no muchos conocen y tantos otros nunca conocerán. Mis sueños se derraman en lagrimas que caen como la lluvia en otoño. Mi sed de ser feliz aumenta cada vez mas, pero en este desierto es imposible encontrar una gota de agua.
Quiero escapar donde pueda estar en paz, no donde sufra tanto como en estos tiempos. Ojala sea cosa de malas temporadas, no algo permanente. Pero de hoy en mas no se como seguiré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario